domingo, 26 de julio de 2020

EL LÀPIZ DEL ABUELO

El Abuelo, El Niño y El Lápiz

El lápiz del abuelo

Un niño miraba a su abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: -¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí? El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto: -Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas. El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial. -¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida! -Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo. "Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. Esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad. "Segunda cualidad: De vez en cuando necesito dejar lo que estoy escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona. "Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia. "Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior. "Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos. Intenta ser consciente de cada acción."
(Desconozco el autor)


sábado, 4 de julio de 2020

Video: CARTA POR LA DIGNIDAD DEL HOMBRE - Alejandro Lerner - Letra y mùsica


CARTA POR LA DIGNIDAD DEL HOMBRE

Que mi pueblo no se quede sin palabras,
no se quede sin mañanas, ni fuerzas para luchar.
Que mi pueblo no ruegue por justicia,
no ruegue por comida, y no deje de soñar.

Que los niños puedan llegar a su escuela

y abrazar la vida entera con trabajo y libertad,
que lo duro no se nos haga imposible,
que yo creo en utopías y que se pueden lograr.

Que mi gente no pierda la memoria,

que no repita la historia que nos ha hecho tan mal.
Que mi gente no pierda la esperanza,
que la fe nunca descansa, y que Dios sabe escuchar.

Que a mis calles vuelvan todas las familias,

sin tener miedo ni prisa de morirse así nomás.

Que no hay nada más decente que la voz de nuestra gente,
cuando exige la verdad, cuando exige la verdad.



Que hubo algunos que se han ido
con los bolsillos vacíos, respirando dignidad,
mientras que otros se han llenado de todo lo que han robado,
pese al hambre popular, pese al hambre popular.



Que mi gente no pierda la sonrisa,
no pierda la poesía, ni la sangre, ni la luz.
Que hoy mi gente reclama por justicia,
reclama por comida, reclama por salud.



Que mi gente no pierda la memoria,
que no repita la historia que nos ha hecho tan mal.
Que mi gente no pierda la esperanza,
que la fe nunca descansa, y que Dios sabe escuchar.
Que mi gente no pierda la esperanza,
que la fe nunca descansa, y que Dios sabe escuchar